No puedo negar que por algún amor lloré,
fue hace tanto tiempo que ya casi olvidé
por qué la quise tanto, ni por qué ella se fue.
¿Serías entonces tú capaz de hacerme llorar,
sabiendo con ilusión cuánto te quiero amar,
y todo el cariño, sabes, me puedes brindar?
No intentes, te pido ¡Por Dios! amor, despreciarme;
No evitará el dolor que mi corazón te llame;
sólo lograrías, cual si fuera un puñal, matarme.
Nelson E. Rivas Z.
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