02.12.2001.
¡Soledad!
una vez más,
evidente estás.
No te quedes tanto,
no te quiero acompañar.
No te quiero,
déjame solo,
Soledad...
A TRISTEZA
02.12.2001.
¡Tristeza!
¡hola cómo estás!
¿Cómo supiste
que mi corazón
esperándote está?
Te esperaba
porque un poema
tenía que redactar,
y sin ti,
ya ves,
la Musa no termina de llegar.
No te vayas todavía,
déjame escribir
un poema;
después,
te pido un favor:
¡Llévate a Soledad!
Nelson Rivas Zambrano